Pilona urbana simple de acero

La pilona urbana de acero que garantiza una alta visibilidad

Esta pilona modelo hospitalet es un accesorio diseñado para facilitar la planificación de calles y ciertos espacios privados. Se trata de un dispositivo de protección PMR que permite delimitar áreas reservadas para vehículos. Como elemento esencial del mobiliario urbano, este equipamiento urbano cumple una doble función: por un lado, evitar el estacionamiento indebido y, por otro, asegurar la circulación de peatones. Este tipo de instalación se puede implementar tanto en espacios públicos como en estacionamientos privados.

Diferentes características de la pilona de calle simple

Tekipark ofrece un modelo de pilona hospitalet con una altura total de 1080 mm, incluyendo la cabeza. La altura sobre el suelo es de 900 mm. Tiene una forma cilíndrica, con un tubo de 76 mm de diámetro. Muy estable y resistente, este bolardo anti parking pesa 7 kg. Está fabricado en acero galvanizado en caliente y tratado contra la corrosión, lo que garantiza su durabilidad. La parte superior de la pilona es una cabeza de acero fundido muy estética que se suelda al tubo.

Ofrecemos este equipamiento profesional en cuatro colores diferentes para que pueda armonizarse con cualquier tipo de entorno: verde (RAL 6005), gris antracita (RAL 7016), negro (RAL 9005) o granate (RAL 3004). Cabe destacar que la selección de colores tiene en cuenta el contraste necesario entre el color del equipamiento y el tono del pavimento donde se instala. Cada color tiene un índice de reflexión de luz diferente, lo cual se debe tener en cuenta para optimizar la visibilidad del equipamiento urbano.

Consejos de instalación de la pilona urbana PMR

Para asegurar la fijación sólida de este dispositivo urbano de protección, se recomienda fijarlo en el suelo de hormigón. Asegúrese de dejar al menos 1 metro de espacio entre dos pilonas. Este ancho se puede ampliar hasta un máximo de 5 metros. El objetivo es permitir el paso fácil de sillas de ruedas y cochecitos, al tiempo que se impide que un vehículo estacione. El espaciado entre dos postes debe ser inversamente proporcional al ancho de la calzada. Por ejemplo, no se debe superar una distancia de separación de 1.5 metros cuando la calzada tiene un ancho de 4.5 metros.